Por la calle de José Antonio, donde asoma el bello friso de la iglesia de Santiago, y las calles Esteban Collantes y Piña Blasco, llegamos al río Carrión y al monasterio benedictino de San Zoilo, hotel y Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago con una especializada y completa biblioteca jacobea abierta al público. Avanzando por el vial de salida nos encontramos con la N-120, que cruzamos para tomar la carretera de Villotilla (Km 2)
Las hierbas han invadido el escaso arcén de esta vía local pero afortunadamente presenta poco tráfico. A los tres kilómetros de su inicio dejamos a mano derecha la propiedad de lo que fue la abadía de Benevivere (Km 4,8), y ochocientos metros más adelante decimos adiós a la carretera para pisar la Vía Aquitana, calzada romana que unió Burdeos con Astorga y que más de dos mil años después aún conserva parte de su trazado original (Km 5,6) En este tramo las sombras no escasean, simplemente no existen y el piso de pequeños cantos rodados incomoda mucho el paso. Los laterales de la calzada, más desgastados debido al paso de los peregrinos, se convierten en la única escapatoria. También, justo antes de cruzar la carretera de Bustillo y en temporada alta, es posible encontrar en medio de estas soledades un bar improvisado en un módulo de obra (Km 10)
Casi dos kilómetros y medio después del cruce de la carretera llegamos junto a un indicador en piedra que nos informa del paso de la Cañada Real Leonesa, uno de los itinerarios españoles de largo recorrido utilizado por los pastores trashumantes para conducir al ganado desde los pastos de verano (León) a los de invierno (Extremadura) y viceversa (Km 12,4) Más de cuatro kilómetros y medio después nos acercamos finalmente a Calzadilla de la Cueza, pueblo salvador que al primer vistazo semeja el decorado de un western (Km 17). Hostal, albergue y restaurante, todo en uno, permiten cualquier posibilidad: desde el mero descanso y refrigerio hasta la parada definitiva para aquellos que hayan terminado desquiciados de la calzada milenaria. Cualquier opción es válida.
Dado que el bar se encuentra en un extremo, para proseguir la marcha hay que rodear el pueblo e incorporarse a la calle Mayor que desemboca en la N-120. Por la carretera nacional pasamos el río Cueza y la cruzamos para avanzar por un andadero que marcha en paralelo por la izquierda. Al desvío a Santa María de las Tiendas, antiguo hospital conocido también como del Gran Caballero (Km 18,8), le sigue un tramo de unos tres kilómetros que salva un desnivel insignificante de 50 metros. Después, en suave bajada, cruzamos de nuevo la N-120 para entrar en Ledigos, pequeño núcleo pero también con bar y albergue (Km 23,4)
Las flechas guían hacia el bar y nos sacan de Ledigos en paralelo a la carretera nacional, que volvemos a cruzar para retomar por última vez el socorrido andadero que lleva hasta el mismo Terradillos de los Templarios, pueblo que toma su nombre de los Caballeros Templarios (orden militar cristiana fundada en el siglo XII) que vigilaban en este mismo lugar el ya desaparecido hospital de San Juan. (Km 26,6)