Abandonamos la antigua encomienda templaria de Terradillos por una pista de parcelaria que muere en el asfalto de la P-905, también marcada como P-973 (Km 1,4) Un breve tramo de carretera da paso a otra pista que avanza entre el cereal y las líneas aleatorias de chopos, dispuestas junto a los arroyos de San Juan y de la Huelga. Este paisaje nos acompaña hasta Moratinos, penúltimo pueblo del Camino de Santiago a su paso por Palencia que luce bodegas excavadas y casas de adobe: masa de barro mezclada a veces con paja y utilizada para levantar paredes y muros (Km 3,3) A la altura de la iglesia de Santo Tomás de Aquino giramos a la derecha y salimos de la localidad. Dos kilómetros y medio nos separan de San Nicolás del Real Camino, último pueblo palentino dotado de albergue y bar restaurante, todo en uno (Km 5,8)
A la salida de San Nicolás del Real Camino salvamos el río Sequillo y giramos a la derecha para tomar una senda de peregrinos que avanza a la vera de la N-120. Ciento cincuenta metros al norte de ésta discurre la A-231, la autovía del Camino de Santiago. Por la senda traspasamos el límite entre Palencia y León, última provincia castellana que ostenta el récord de kilómetros del Camino: en total 214,4 que ya esperan a ser descubiertos (Km 7,7) Progresamos en paralelo a la N-120 y después de cruzarla pasamos el río Valderabuey por un puente de piedra. Accedemos así a una explanada arbolada donde se encuentra la ermita de la Virgen del Puente, de estilo románico mudéjar (Km 10,3)
Superado un tercio de la etapa, un camino nos dirige hasta Sahagún. Evitando la N-120 por debajo (Km 11,6) accedemos al casco urbano de esta localidad leonesa. Tras la calle Ronda de Estación cruzamos el puente sobre las vías, pasamos junto al albergue municipal y continuamos por las calles La Herrería y Antonio Nicolás (Km 13) Sahagún exhibe el arte mudéjar en las iglesias de San Lorenzo y San Tirso, levantadas por alarifes que prescindieron de la piedra y armaron sus obras con ladrillo. También, al final de la calle Antonio Nicolás, podemos ver el arco barroco de San Benito. Más adelante, salvamos el río Cea - afluente del Esla - por el puente Canto y nos despedimos de Sahagún (Km 13,7)
La jornada prosigue por un paseo arbolado y paralelo a la carretera de acceso a la N-120. Al pie de la carretera nacional, antes de pasar el desvío a Mayorga, desaparecen los árboles y el paseo se convierte en un andadero que, en ocasiones, se estrecha. Rozando la vegetación que nos separa de la carretera salvamos un arroyo y medio kilómetro después cruzamos la N-120. En breve, junto a una marquesina, un cartel de piedra advierte, mal, de la doble alternativa que se presenta: de frente se continúa por el Real Camino Francés hacia Bercianos y el Burgo Ranero. Hacia la derecha, salvando la autovía A-231 por un puente, se accede a Calzada del Coto y desde allí a Calzadilla de los Hermanillos. Ambas rutas se juntan de nuevo en la siguiente jornada (Km 17,4)
Continuamos de frente por el Real Camino Francés (la alternativa por Calzada del Coto y Calzadilla se describe brevemente en el apartado observaciones) Un carril de tierra, construido ex profeso para los peregrinos y sombreado por una fila sin fin de falsos plátanos (Acer pseudoplatanus), nos acompañará durante los próximos 32,2 kilómetros. Al lado fluye una pista asfaltada utilizada por los peregrinos en bici. El tránsito hacia Bercianos del Real Camino es bastante monótono y, tras una hora de marcha, a mano izquierda, vemos en una explanada la ermita de Nuestra Señora de Perales (Km 21,5) Más adelante, tras cruzar un arroyo y dejar a un lado la cruz en recuerdo del peregrino alemán Manfred Kress, entramos en Bercianos del Real Camino (Km 23)
A la entrada de Bercianos nos saluda una fuente decorada con una vieira y atravesamos la localidad por su calle Mayor en compañía del adobe, material básico de la arquitectura tradicional de estos primeros pueblos leoneses. En Bercianos, un par de ultramarinos y un bar permiten reponer fuerzas para afrontar la última parte de la etapa. Dejamos el pueblo para retomar la pista de los falsos plátanos, contemplando a su vez las pequeñas parcelas de vid que salpican los campos. Tras dos kilómetros llegamos junto a un área de descanso situada junto al arroyo del Olmo (Km 25,1) Después, la pista arbolada avanza hasta un viaducto de la autovía A-231 (Km 28,7) y posteriormente hasta El Burgo Ranero. Cruzamos una carretera para entrar en esta localidad a la altura de un crucero en memoria de los niños. Es posible continuar de frente por la calle Real o bordear el pueblo por la carretera hasta los albergues de peregrinos (Km 30,6)