Los cruceros y cruceiros en el Camino de Santiago

 

    El crucero es un monumento religioso constituido por una cruz generalmente de piedra (en menor medida, los hay construidos en madera) sobre un pilar, situado en un lugar público, principalmente encrucijadas (cruces de caminos), atrios de iglesias o lugares elevados.

    La utilización de cruces monumentales parece que se remonta a los tiempos del emperador romano Constantino I. Ya en la Alta Edad Media, a partir del siglo VII, los monjes irlandeses difundieron las cruces célticas, notablemente decoradas; una tipología de cruz anillada que se extendió también a Gran Bretaña.

    Las cruces monumentales de piedra se hicieron muy habituales en la Europa continental, especialmente a partir del tiempo del Románico; proliferaron en el Renacimiento, y durante el Barroco adquirieron enorme popularidad.

    En los Caminos a Compostela hallaremos cruces de todas las clases, desde arcaicas cruces de madera, cargadas de espiritualidad, hasta evocadores ejemplares de piedra granítica.



    El anverso está dedicado al Crucificado y el reverso, en la mayoría de los casos, está ocupado por una imagen de la Virgen María. En algún caso, como en San Paio de Sabugueira, Lavacolla, la iconografía de María es la de la Dolorosa. También puede tener una Piedad, como en el caso de Lameiros. 

    Los cruceros son elementos devocionales integrados en el paisaje y en la cultura popular de la región que atraviesa el camino. Se encuentran en medio de los núcleos de población, encrucijadas, cementerios, atrios y bordes de caminos.



Cruz de Ferro, Puerto de Foncebadón (León)



Fuentes: El Camino de Kunig, Wikipedia.