La rúa do Franco concentra buena parte de la oferta gastronómica del casco histórico. Sus restaurantes recogen la herencia de los taberneros medievales que se asentaron allí para atender a los peregrinos (los francos, entendidos bien como cualquier peregrino llegado a través de los Pirineos, como ‘hombres libres' o como ‘Nación Franca') que dieron nombre a esta calle.
Muchas de sus casas conservan aún, grabados en piedra, símbolos como la concha, que las identifican como posesiones del Cabildo compostelano, el árbol –símbolo de San Martiño Pinario- o las cinco estrellas del escudo de Fonseca, la Universidad compostelana.
Sus estudiantes instituyeron para la vida nocturna el ‘rally París-Dakar', legendario recorrido nocturno que empezaba y terminaba en los bares de dichos nombres. En cada taberna era obligatorio beber una taza de vino y contar un chiste.