Erik el Belga y las tablas de Santa María del Castillo: El entierro de la Virgen María


40 AÑOS DE UN ROBO
Publicado el 11 noviembre, 2020


    Un día como hoy, pasados 40 años, se perpetró en la iglesia de Sta. María del Castillo, el robo de una parte del Retablo Mayor compuesto por 29 tablas hispano-flamencas del siglo XV, de las cuales fueron sustraídas 12 de ellas a manos según cuentan las noticias de la época del famoso ladrón de arte, René Alphonse van den Berghe, conocido como Erik el Belga o Erik el Rojo. Dejamos enlace a las noticias que se publicaron en los periódicos ABC y “El País” en su edición nacional que relata muy bien lo acaecido aquel día:



    ¿Quién era este hombre? Según narran diversos autores fue autodidacta de la historia del arte, prolífico ladrón de arte del siglo XX, además de experto falsificador de obras románicas y góticas en todas sus variantes, tallas, pinturas, retablos, etc.. En su autobiografía “Por amor al arte: memorias del ladrón más famoso del mundo” comenta que solo realizaba robos por encargo, es decir, lo único que tenía que hacer era robar y transportar las obras al pagador o coleccionista, por lo que se presupone que el robo de este retablo se realizó de esta manera, quedando incompleto el trabajo ya que apenas un año más tarde fue apresado en Bruselas con dicho alijo y otras cuántas obras de diferentes lugares de España.

    Un acto delictivo como el narrado anteriormente se convirtió en un hecho patente para poder poner en valor este patrimonio tan infravalorado en aquel entonces, no por el municipio de Frómista si no por las autoridades competentes que tenían que velar por su seguridad e integridad.


    Las gentes de este municipio lo tienen claro, Erik era un ladrón que se llevó parte de su propia esencia. Todo municipio que se precie contiene una serie de características específicas que lo definen como tal: geografía, historia, patrimonio, tradiciones y costumbres, etc… que en conjunto configuran la cultura, la autenticidad de pueblo, de comunidad. Por eso, sentir que parte de esa identidad fue robada sin ningún escrúpulo, supuso una tristeza e impotencia en el pueblo de Frómista. Gracias al arresto de Erik las tablas del retablo regresaron a Frómista pasando primero una temporada en Madrid, no todas ya que parte de una aún está desaparecida.

    En la actualidad todos podemos disfrutar de esta obra de incalculable valor histórico, en el Museo de Arte Sacro ubicado en la Iglesia de San Pedro, sito en esta localidad.



La tabla de un retablo mayor de Frómista que espera justicia


    El robo de la tabla del retablo mayor de Sta. Mª del Castillo de Frómista robada en 1980 es atribuido a Erik el Belga y se perpetró un año después de asaltar la iglesia de Santa Eulalia de Paredes
Parte de la tabla que refleja el entierro de la Virgen, 
que aún se encuentra en paradero desconocido



La tabla completa del retablo mayor de Frómista que espera justicia