Con frecuencia, podemos ver:
Grifos: Son animales imaginarios con cabeza y alas de águila y con cuerpo de león, se encuentran frecuentemente como guardianes en las entradas de las iglesias.
Dragones: Son los genuinos enemigos de Dios y el hombre. Se suelen representar como ave con cabeza de perro con grandes ojos, cuencas profundas, con orejas puntiagudas, alargadas fauces amenazantes, cola de serpiente y pezuñas.
Basiliscos: Son los encargados de transportar las almas de los condenados al infierno. Se suelen representar como una cabeza monstruosa con cresta de gallo y cuerpo y cola de serpiente.
Arpías: Símbolo de Maldad, lujuria y envidia .Se representan con un cuerpo de rapaz, busto femenino y cola de serpiente.
Hermosas arpías representadas en un capitel del claustro bajo
del Monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos.
Sirena: Simboliza la seducción y entrega a los placeres carnales Se representa como un cuerpo femenino y se sustituyen las piernas por una cola de pez.
Centauros: Tienen cabeza y tronco humanos (masculinos) y el resto de caballo o equino. En algunos casos el cuerpo es de asno (llamado, entonces, onocentauro).
Simbolizan la brutalidad de las pasiones y la lujuria. Con frecuencia se les representa con arco y flecha (sagitarios) disparando a sirenas.
Anfisbena: Es de aspecto similar al dragón, pero la anfisbena tiene dos cabezas. Es decir, su cola es rematada por una pequeña cabeza de serpiente.
Suele representarse en lucha con animales o atrapando a hombres. Para ello usa simultáneamente sus dos mortales bocas. Como en el caso de la serpiente y el dragón, es un animal maléfico, demoníaco.
Fuentes: www.arteguias.com y www.elcaminoasantiago.com