No hace falta abrir mucho los ojos para ver que en la arquitectura de Logroño predomina el soportal; no sólo la calle Portales, sino en nuevas urbanizaciones y nuevos hoteles. Pero en el aire vive la uva, la capital de la Rioja y los jóvenes alegres en las fiestas de San Mateo. Logroño es famoso por su gastronomía, pero tiene un pequeño y curioso barrio histórico ocupado por su concatedral, sus iglesias románicas y sus calles por las que transita el Camino de Santiago.
A la gente le gusta pasear por la ribera del río, o por el famoso "espolón", acudir al teatro al "Bretón" o tomarse vinos en "la senda de los elefantes". Pero además llama la atención un Logroño de "estreno" : hoteles, aeropuerto, palacio de congresos, estadio, plaza de toros cubierta, puentes de diseño...
Quien ha conocido Logroño hace quince años tiene muchas razones para sorprenderse y, en cierto sentido, creer que está en una ciudad nueva.
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