Atravesamos San Martín del Camino junto a la N-120 y, pasado el canal del Páramo y el cartel de fin de población, giramos a la derecha e inmediatamente a la izquierda para tomar el andadero de gravilla fina que avanza paralelo a la carretera nacional. Cultivos de maíz y pequeñas extensiones de vegetales inundan los campos a nuestra derecha, regados gracias a una buena red de canales y acequias. A los tres kilómetros pasamos de largo el desvío a Santa Marina del Rey y Villavante (Km 3) Más adelante el Camino se encuentra con el canal de la presa Cerrajera, un cauce de riego del Órbigo que parte de éste río en Villanueva de Carrizo para confluir de nuevo en Cebrones del río. Sus primeras noticias se remontan al siglo XIV (Km 4,2)
Un par de kilómetros después nos alejamos de la N-120 por la derecha y pasamos junto a un bonito depósito de agua en ladrillo. Pronto cruzamos la carretera provincial en Puente de Órbigo (Km 6,9) junto a la iglesia de Santa María, cuya espadaña suele soportar más de un nido de cigüeña. De inmediato se interpone ante nosotros el río Órbigo, que fluye bajo el prolongado puente del Passo Honroso, donde Suero de Quiñones retó en 1434 a todo caballero que pretendiera cruzarlo. Nosotros sí lo cruzamos, sin temor a caballos desbocados ni a lanzas perdidas, para acceder a Hospital de Órbigo, donde nos recibe la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVIII. Desde el centro de Hospital de Órbigo (Km 7,7), localidad con múltiples servicios, progresamos por la misma calle principal hasta la salida, donde una señal clavada en un poste muestra las dos posibilidades para acometer el resto de la etapa. (Km 8) De frente continúa la traza histórica por un andadero paralelo a la N-120; a la derecha, opción muy valorada por los peregrinos, el Camino se encamina hacia Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias por un paisaje agrario y de monte bajo. Ambas opciones se juntan en el crucero de Santo Toribio.
Escogemos la segunda opción y giramos a la derecha por una pista rodeada de un paisaje sumamente agrícola. Infinidad de acequias bañan los cultivos de hortalizas, que son degustadas en todo León e incluso en provincias limítrofes. Así llegamos hasta Villares de Órbigo (Km 10), población que atravesamos gracias a una excelente señalización para encaminarnos hacia la siguiente localidad. A las afueras de Villares de Órbigo cruzamos una carretera local y tomamos un camino junto a una nave de ladrillo visto. Pasamos junto a un merendero y subimos ligeramente por monte bajo. Si miramos hacia la izquierda nos encontramos con un plano general de la fértil vega del río Órbigo, con sus choperas, canales y cultivos. Recreados en esta vista llegamos hasta una carretera local (Km 11,5) que conduce hasta la cercana población de Santibáñez de Valdeiglesias (Km 12,6)
Entramos por la calle Camino de Villares, continuamos por la calle Real y torcemos a la derecha por Carromonte Bajo, donde se encuentra el albergue parroquial. Termina la calle y salimos de Santibáñez por una pista ancha, bastante pedregosa también, junto a unas naves ganaderas. Por ella, entre pequeñas parcelas de vid que salpican el resto de cultivos, ganamos treinta metros de altura hasta llegar a una cruz labrada escoltada por una serie de figuras, entre ellas un espantapájaros (Km 13,8) Bajamos durante unos setecientos metros, dejando a la izquierda un pequeño barranco creado por la erosión, y luego ascendemos por una zona más refugiada entre quejigos y chaparros. Después vienen varios toboganes por la incómoda pista pedregosa: a una rápida bajada le sucede una corta subida y otra bajada, algo más larga, es respondida por una subida de las mismas características que termina por dejarnos las piernas doloridas. Llegamos así a un altiplano (Km 17,5) y dejamos a mano derecha una nave, situada en el lugar conocido como Majada de Ventura. Pronto cruzamos una carretera y una larga recta nos lleva hasta el crucero de Santo Toribio, donde unas mesas invitan a un tentempié en este excelente mirador sobre San Justo de la Vega, la ciudad de Astorga y el monte Teleno, que con sus 2.188 metros es la cumbre más alta de los montes de León. En este mismo lugar, en el siglo V, el obispo de Astorga, tras ser expulsado de su sede, profirió: "De Astorga, ni el polvo". (Km 19,1)
Descendemos del crucero para entrar a San Justo de la Vega por una travesía y atravesamos esta localidad por la calle Real (Km 20,3) A las afueras salvamos el río Tuerto por una pasarela metálica paralela al puente de piedra y unos metros más adelante dejamos el paseo y tomamos una pista que avanza junto a una nave. La pista desemboca en el río Jerga, que lo sorteamos por un pequeño puente de probable origen romano. Giramos a la izquierda y nos acercamos hasta la pasarela metálica que salva las vías de la línea Palencia - La Coruña (Km 23) El puente es un mareante laberinto de rectas y alturas que nos sitúa junto al primero de los albergues de Astorga. Pasamos la desmantelada vía Plasencia - Astorga y tras la rotonda decorada con el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta, subimos hasta la calle Perpetua Socorro, donde giramos a la izquierda. A continuación, una dura cuesta nos acerca al albergue de los Amigos del Camino y al conjunto formado por la capilla de la Vera Cruz y la iglesia de los Padres Redentoristas. Desde este punto sólo restan trescientos metros para llegar al Ayuntamiento (Km 24,2)
Un par de kilómetros después nos alejamos de la N-120 por la derecha y pasamos junto a un bonito depósito de agua en ladrillo. Pronto cruzamos la carretera provincial en Puente de Órbigo (Km 6,9) junto a la iglesia de Santa María, cuya espadaña suele soportar más de un nido de cigüeña. De inmediato se interpone ante nosotros el río Órbigo, que fluye bajo el prolongado puente del Passo Honroso, donde Suero de Quiñones retó en 1434 a todo caballero que pretendiera cruzarlo. Nosotros sí lo cruzamos, sin temor a caballos desbocados ni a lanzas perdidas, para acceder a Hospital de Órbigo, donde nos recibe la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVIII. Desde el centro de Hospital de Órbigo (Km 7,7), localidad con múltiples servicios, progresamos por la misma calle principal hasta la salida, donde una señal clavada en un poste muestra las dos posibilidades para acometer el resto de la etapa. (Km 8) De frente continúa la traza histórica por un andadero paralelo a la N-120; a la derecha, opción muy valorada por los peregrinos, el Camino se encamina hacia Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias por un paisaje agrario y de monte bajo. Ambas opciones se juntan en el crucero de Santo Toribio.
Escogemos la segunda opción y giramos a la derecha por una pista rodeada de un paisaje sumamente agrícola. Infinidad de acequias bañan los cultivos de hortalizas, que son degustadas en todo León e incluso en provincias limítrofes. Así llegamos hasta Villares de Órbigo (Km 10), población que atravesamos gracias a una excelente señalización para encaminarnos hacia la siguiente localidad. A las afueras de Villares de Órbigo cruzamos una carretera local y tomamos un camino junto a una nave de ladrillo visto. Pasamos junto a un merendero y subimos ligeramente por monte bajo. Si miramos hacia la izquierda nos encontramos con un plano general de la fértil vega del río Órbigo, con sus choperas, canales y cultivos. Recreados en esta vista llegamos hasta una carretera local (Km 11,5) que conduce hasta la cercana población de Santibáñez de Valdeiglesias (Km 12,6)
Entramos por la calle Camino de Villares, continuamos por la calle Real y torcemos a la derecha por Carromonte Bajo, donde se encuentra el albergue parroquial. Termina la calle y salimos de Santibáñez por una pista ancha, bastante pedregosa también, junto a unas naves ganaderas. Por ella, entre pequeñas parcelas de vid que salpican el resto de cultivos, ganamos treinta metros de altura hasta llegar a una cruz labrada escoltada por una serie de figuras, entre ellas un espantapájaros (Km 13,8) Bajamos durante unos setecientos metros, dejando a la izquierda un pequeño barranco creado por la erosión, y luego ascendemos por una zona más refugiada entre quejigos y chaparros. Después vienen varios toboganes por la incómoda pista pedregosa: a una rápida bajada le sucede una corta subida y otra bajada, algo más larga, es respondida por una subida de las mismas características que termina por dejarnos las piernas doloridas. Llegamos así a un altiplano (Km 17,5) y dejamos a mano derecha una nave, situada en el lugar conocido como Majada de Ventura. Pronto cruzamos una carretera y una larga recta nos lleva hasta el crucero de Santo Toribio, donde unas mesas invitan a un tentempié en este excelente mirador sobre San Justo de la Vega, la ciudad de Astorga y el monte Teleno, que con sus 2.188 metros es la cumbre más alta de los montes de León. En este mismo lugar, en el siglo V, el obispo de Astorga, tras ser expulsado de su sede, profirió: "De Astorga, ni el polvo". (Km 19,1)
Descendemos del crucero para entrar a San Justo de la Vega por una travesía y atravesamos esta localidad por la calle Real (Km 20,3) A las afueras salvamos el río Tuerto por una pasarela metálica paralela al puente de piedra y unos metros más adelante dejamos el paseo y tomamos una pista que avanza junto a una nave. La pista desemboca en el río Jerga, que lo sorteamos por un pequeño puente de probable origen romano. Giramos a la izquierda y nos acercamos hasta la pasarela metálica que salva las vías de la línea Palencia - La Coruña (Km 23) El puente es un mareante laberinto de rectas y alturas que nos sitúa junto al primero de los albergues de Astorga. Pasamos la desmantelada vía Plasencia - Astorga y tras la rotonda decorada con el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta, subimos hasta la calle Perpetua Socorro, donde giramos a la izquierda. A continuación, una dura cuesta nos acerca al albergue de los Amigos del Camino y al conjunto formado por la capilla de la Vera Cruz y la iglesia de los Padres Redentoristas. Desde este punto sólo restan trescientos metros para llegar al Ayuntamiento (Km 24,2)