¿Quién era Santiago?

Santiago era uno de los doce apóstoles de Jesús, hijo de Zebedeo y hermano de Juan el Evangelista. Mientras estaban arreglando sus redes de pescar, Jesús los llamó prometiendo hacer de ellos pescadores de hombres. Luego compartió con Jesús la oración en el Monte de los Olivos.

El libro bíblico de “Los Hechos de los Apóstoles” relata que éstos se dispersaron por el mundo para llevar la Buena Nueva. Según una antigua tradición, Santiago se fue al “finis terrae” primero y a la urbe romana de Caesar Augusta después. En Gallaecia no le fue demasiado bien, y se marchó a Zaragoza, donde a sus enseñanzas se sometieron sólo siete personas. Las cosas cambiaron cuando la Virgen se apareció al Apóstol sobre un pilar.

El fracaso en su tarea cristianizadora le hizo regresar a Jerusalén. Allí escribió una carta para fortalecer a los cristianos, una vigorosa meditación sobre la conducta frente al prójimo, por eso en ocasiones se la ha llamado el Evangelio Social. En el año 44 el rey Herodes Agripa ordena torturarlo y decapitarlo, y prohibió su entierro.

La leyenda

Los discípulos de Santiago metieron su cuerpo en un sarcófago de mármol, y éste en una barca cuyo único timonel era Dios. La embarcación surcó el mar hasta Gallaecia y remontó el Río Ulla hasta llegar al puerto de Iria Flavia, capital de esta provincia romana. Allí enterraron su sarcófago en el cercano bosque de Liberum Donum.

Pero su tumba fue olvidada hasta que, en el año 813, el eremita Pelayo vio un resplandor en el campo, en el lugar donde se encontraba la tumba del Apóstol. Se iluminó con el brillo de una estrella, hecho del que derivó el nombre de Campus Stellae (Compostela). Pelayo avisó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, que destapó el sarcófago. En la lápida había una inscripción que indicaba quién se encontraba allí enterrado. El obispo confirmó, tras algunas investigaciones, que verdaderamente se trataba del Apóstol Santiago. Informaron del hecho al rey Alfonso II, que acudió al lugar y proclamó al Apóstol Patrono del Reino, y se construyó allí un santuario. Hoy es la catedral de Santiago de Compostela.