El Botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela

 

    El Botafumeiro es el enorme incensario usado desde la Edad Media como instrumento de purificación de una catedral en la que se apiñaban las multitudes. Hoy, 800 años después, sigue maravillando a los presentes cuando, tras la Comunión, suena el Himno del Apóstol en los órganos barrocos y este portento de la física comienza su asombroso recorrido pendular frente al altar mayor, para elevarse hasta casi rozar la bóveda del transepto.


    El Botafumeiro aparece ya en el Códice Calixtino, mencionado como Turibulum Magnum, por lo que el ritual data, cuando menos, del s. XII. Entonces era colgado de unas vigas de madera cruzadas en el cimborrio. El mecanismo actual, basado en el movimiento por poleas y la ley del péndulo, fue diseñado durante el Renacimiento por el maestro Celma.

    En el s. XV, el rey Luis XI de Francia costeó la fabricación de un incensario de plata, pero en 1809 fue sustraído por las tropas napoleónicas acampadas en el claustro de la Catedral. En la actualidad existen dos incensarios, que se guardan en la Biblioteca Capitular: el más antiguo es de 1851 y fue creado por el orfebre José Losada. Está hecho de latón bañado en plata, mide 160 centímetros de altura y pesa alrededor de 62 kg cuando está vacío. El segundo es una réplica en plata del anterior, obsequio de los Alféreces Provisionales a la Catedral en 1971.
Fuente: Santiago de Compostela Turismo