San Francisco de Asís en el Camino de Santiago

 


Marco histórico

La peregrinación de Francisco de Asís a Santiago se sitúa en el marco de la reconquista cristiana de la península ibérica y de su afán por anunciar el evangelio a los musulmanes, con la palabra y sin la violencia de los Cruzados. Los reyes de España pidieron al Papa Inocencio III su bendición para una Cruzada contra El-Mumenin, ‘Miramamolín’, emir de los almohades, con capital en Sevilla. En 1212 Ximénez de Rada fue a Roma a pedir al Papa la aprobación de una Cruzada en Occidente contra los almohades, que él mismo predicó en toda Europa como gran amenaza para la Cristiandad. En Pentecostés de 1212 Inocencio III impuso en Roma un ayuno de tres días por la victoria de los cristianos en España. Pocos meses antes Francisco de Asís vio frustrado su intento de embarcar hacia Siria; y enseguida le surge otra oportunidad de ‘luchar’ contra los musulmanes. Aunque no será hasta su tercer intento, en 1219, cuando por fin consiguió anunciar su PAZ al Sultán de Egipto Melek el Kamel, nieto de Saladino, durante la Quinta Cruzada.

Los lugares que guardan tradición de su presencia en España marcan un itinerario que bien podría dirigirse hacia Sevilla hasta que en algún lugar Francisco comprendió la imposibilidad de su proyecto y desde Ciudad Rodrigo se encaminaría hacia Compostela bien por devoción a Santiago, -como afirman los documentos del siglo XIV-, bien por tomar el camino de regreso más conocido de la Cristiandad.

En cambio, la tradición llegada a nosotros, y la escrita a partir del siglo XIV, dice que Francisco de Asís, en su intención de llegar a tierra de musulmanes, tomó el Camino de Santiago por ser la vía que todos los europeos tomaban.

Dos hechos que sitúan a Francisco de Asís en Italia enmarcan el plazo de tiempo en el que pudo realizar su peregrinación: La Pascua de 1213 cuando recibe la donación del Monte Alvernia, y Noviembre de 1215 cuando asiste al IV Concilio de Letrán. Aún con esta amplitud de tiempo sería muy difícil aceptar todo el recorrido fundacional o misionero que marcaría el conjunto de todas las tradiciones locales existentes. Proyecto franciscano

Lo que no admite duda es que la Peregrinación Jacobea fue un proyecto de la primera generación franciscana en su programa de expansión y en la necesidad que la Iglesia tenía de hombres fieles y santos para combatir las herejías. Una primera expedición fue en 1217 al mando de Bernardo de Quintavalle. Y en 1219 Juan Parente encabeza un envío de 100 frailes, por encargo del Capítulo General. De esta misión saldrían la mayoría de las fundaciones que hoy en día se dicen fundadas por Francisco de Asís en 1214, cuando aún se resistía a que sus frailes se establecieran en conventos y abandonasen la vida itinerante.



Piedras del s. XIII que hablan de Francisco de Asís:

Francisco de Asís entraría en España por el camino aragonés según la tradición de que durmió en Undués de Lerda y de allí pasó a Sangüesa La tradición local de Sangüesa la Vieja cuenta que San Francisco llegó a la capilla de San Bartolomé donde puso paz entre los vecinos. Y en ella fundaría el primer convento franciscano en España. Rocaforte sería, según Gonzaga, el lugar en el que Francisco, camino de Santiago, pidió a Bernardo de Quintavalle que se quedara cuidando un enfermo. Olite La iglesia de Santa María la Real de Olite datada en el s.XIII cuenta en su fachada gótico-románica con cuatro capiteles historiados. Una de las escenas presenta a tres franciscanos, uno de los cuales sostiene una filacteria con este texto: ‘Franciscus Penitens’. No necesariamente están diciendo que Francisco pasó por aquí; podría tratarse de una admiración personal del cantero a un Francisco de Asís que conoció o del que tuvo orden de esculpir.

Cañas
 
Las monjas cistercienses de Cañas guardaban dos tradiciones orales: memoria del lugar donde se hallaba el sepulcro de la abadesa Urraca López de Haro, muerta en olor de santidad en 1262 con 92 años. Y la amistad entre dicha abadesa y San Francisco de Asís, peregrino a Santiago, que aquí se hospedó. En 1898 excavaron y encontraron el sepulcro según la tradición. En el sepulcro de piedra se hallan tallados los asistentes a su entierro, entre los cuales dos franciscanos que, según la tradición conservada en la memoria, San Francisco había dejado el encargo a quienes con él peregrinaron, de que asistieran al entierro de esta mujer en atención a su amistad.

Burgos y León
 
Cuenta Gonzaga, en el s.XVI, que en Burgos Francisco de Asís se vio con el Rey de Castilla, a quien presentó la Regla de su Orden. Y este encuentro es el que se representa en ambas catedrales: En Burgos Francisco guarda cola tras otros santos para presentar su ofrenda a Fernando III el Santo. La escena se sitúa en el tímpano de la puerta de la Coronería. En León, en la puerta central de Poniente, Francisco está ya frente al Rey. Ambas escenas se sitúan en el marco del Juicio Final. Quién sí presentó credenciales al Rey fue Juan Parente en 1219, según el protocolo habitual de fundación. VILLAFRANCA DEL BIERZO Aunque no haya piedras que lo cuenten, Villafranca es uno de los lugares donde la tradición está muy viva. San Francisco se hospedó en el Hospital del Señor Santiago, hoy convento de Clarisas, junto al cual la Villa le cedió un terreno.

SANTIAGO DE COMPOSTELA
 
Los datos sobre la presencia de San Francisco en Santiago darían para muchas páginas. El monasterio benedictino entregó a Francisco un solar, en el lugar de Valdedeus, para el asentamiento de su convento. A cambio Francisco se compromete a que sus hermanos paguen una cesta de peces cada año en concepto de renta, tradición que se mantuvo hasta el s. XIX. Y la tradición más fuerte es la del carbonero Cotolay, que vivía en el Monte Pedroso, junto a la ermita de San Paio. Cotolay habría acogido a Francisco y ayudado a construir el convento. Está muy documentada la presencia en Compostela de la familia de D. Pedro Cotolaya, cuya estirpe no sería de humildes carboneros sino de hombres acaudalados, y ennoblecidos. Cotolay, por tanto, pudo haber sido un burgués compostelano que ofreció ayuda a los primeros frailes menores y al mismo Francisco. En la ermita de San Paio se conservó hasta hace un siglo una imagen de San Francisco, datada en el siglo XIII que habría sido una imagen del hombre que conocieron en este lugar.

Ciudad RODRIGO

Y entre todas las tradiciones que sitúan a Francisco de Asís por debajo del Camino de Santiago destaco la de esta villa por el testimonio de una iconografía sorprendente en la Catedral de Ciudad Rodrigo. Además de varias escena franciscanas hay una imagen en piedra, del siglo XIII en el arranque de un nervio de la tercera bóveda, que caracteriza a Francisco de Asís con báculo de caminante en forma de Tau, descalzo, semblante joven, sin barba y con las orejas salientes, -tal como le define su biógrafo Celano- y se cuenta que se labró en memoria de su paso por la ciudad. La talla de esta imagen coincide con una segunda fase de las obras de la Catedral, reanudadas a partir de 1212.

TUDELA
 
En su regreso hacia el norte son muchas también las poblaciones que cuentan de su presencia. Destaco a Tudela, donde se cuenta que la familia de los Veraiz acogió a Francisco y promovió la presencia franciscana en Tudela. Las tradiciones que le sitúan en Cataluña nos marcarían un itinerario de regreso a Italia pasando por Barcelona, Vic,

Otras tradiciones locales nos marcarían un itinerario por el camino jacobeo del norte: Vitoria, San Sebastián, Santander, Viveda en Santander, Oviedo, Torrelavega,… Otras nos quedan bastante lejos de un itinerario coherente: La Coruña, Lisboa, Arévalo y Madrid, San Miguel del Monte en Guadalajara o Huete en Cuenca.


Publicado originalmente en Revista PEREGRINO. ISSN 1576-0065, Nº. 107, 2006, pags. 34-35'. Autor: N.Saludes