El Santo Grial o el Cáliz de la Última Cena

Santo Cáliz de Valencia


Es el cáliz donde Jesucristo celebró la Última Cena y José de Arimatea recogió en él la sangre de Jesús, cuando el soldado Longinos le hirió con la lanza en el costado estando crucificado.


Wagner en "Parsifal", sitúa un famosísimo templo en las montañas septentrionales de España, el templo indestructible seria el Santuario de O Cebreiro; y el misterioso Grial el "Cáliz de O Cebreiro", Santo Milagro o Milagro del Santo Grial.

En O Cebreiro, primer pueblo de Galicia en el Camino a Santiago, se produjo el Santo Milagro también denominado Milagro Eucarístico de O Cebreiro y Milagro del Santo Grial Gallego.

A principios del siglo XIV, un campesino de un pueblecito cercano, Barxamaior, subía todos lo días, a oír misa a O Cebreiro. Un día de gran nevada, celebraba la misa un monje y la Iglesia estaba vacía, de pronto entro un hombre en la iglesia y el cura murmuró: "¡Pobre home, vir con este tempo dende tan lonxe, e expoñéndose a morrer no camiño, só para prostrarse ante un pouco e pan e viño..."("Pobre Hombre, venir con este tiempo de lejos, exponiéndose a morir por el camino, solo para arrodillarse ante un poco de pan y vino.") En ese momento, el cura, vio como la Hostia se transformaba en Carne y el Vino se transformaba en Sangre. El cura se desmayo y el hombre que estaba en la iglesia corrió a atenderlo, pero el cura estaba muerto. 

El Milagro fue conocido por los REYES CATÓLICOS, que en 1486 peregrinaron  a O Cebreiro y donaron el relicario que, junto con el cáliz, se exponen, en caja fuerte, a la contemplación de los fieles que acuden a la Iglesia de Santa María. Los peregrinos alemanes divulgaron el milagro, y Wagner lo incluyó, como ya se ha hecho referencia, en su obra "Parsifal".





Miragre do santo graal


Segundo a tradición, a principios do século XIV, existía na aldea de Barxamaior, a varios quilómetros de Cebreiro, un devoto campesiño chamado Juan Santín. Este sempre asistía á misa na igrexa que os monxes beneditinos tiñan xunto ao hospital de peregrinos. Era un día de gran tempestade e Juan, como tiña por costume, subío dende a súa aldea ata O Cebreiro, chegando á igrexa no momento en que o monxe estaba a consagrar un anaco de pan e un pouco de viño. Este incrédulo, ao velo chegar, exclama: 'Cual vén este outro, cunha tan grande tempestade e tan fatigado, a ver un pouco de pan e viño,'. Nese momento, o pan que sostiña se transformo na carne de Cristo e o viño no seu sangue, producíndose o Milagre do Santo Grial.