Entrenamientos previos al Camino de Santiago en bicicleta



Pensamos que para las personas que no tienen mucha costumbre, y en función de la distancia a recorrer cada día, con dos meses será suficiente. Deberemos empezar poco a poco, al principio rodando, para más adelante alternar las partes llanas con subidas; de esta forma nos iremos acostumbrando a conocer las multiplicaciones más adecuadas para cada perfil.

Caso de ser posible sería muy interesante, sobre todo al principio del entrenamiento, que nos acompañara una persona con costumbre de andar en bicicleta, que nos enseñara sus "secretos".

Como todo en esta vida, es cuestión de proponérselo, tomándoselo con seriedad.

No me resisto a comentar el caso de una señora, que sin saber andar en bicicleta, llegó a Santiago ... y seguía sin saber andar. Muy sencillo: Su esposo, por algún problema de rehabilitación, tenía que hacer bicicleta todos los días. Con una bicicleta pequeña y plegable, se hizo él mismo, prolongándola con unos tubos, una tipo tandém y su esposa, para que no se aburriera, le acompañaba en el sillín posterior todos los días pero no sabía andar en bicicleta. No sé a quién se le ocurrió, pero el caso es que, acompañada de su hijo de unos 16 años, él, por supuesto, guiando, hizo el Camino de Santiago en el año 1991.

La bici no tenía cambios por lo que muchas cuestas tenían que subirlas empujando. Bajarlas era otro problema pues los frenos no respondían al ir cargada con el equipaje y tenían también que bajarse de la bici. Las etapas que realizaban eran, en distancia, iguales a las de los que iban andando pero llegaron felizmente a Santiago ... y no terminó de aprender a andar en bici.

Creo que en cuanto a qué se puede hacer, queda todo dicho.

Otra cosa serían las etapas o días empleados en hacer el Camino; no conviene ir con prisas, tomemos el tiempo necesario.

Sería muy conveniente entrenar los últimos días con las alforjas cargadas; de esta forma, además de acostumbrarnos, nos daríamos cuenta que el peso y el volumen del equipaje es un problema por lo que conviene reducirlos al máximo llevando, por tanto, lo realmente imprescindible.

Fuente: Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago