El Santo Grial en Valencia, argumentos

El Santo Grial es el plato o copa usado por Jesucristo en la Última Cena, del cual se dice que posee poderes milagrosos. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la obra de Robert de Boron "Joseph d'Arimathie", publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, autores posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre de Cristo y que, más tarde en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Artúrico o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino.

El Cáliz de la Catedral de Valencia


En la antigua sala capitular, hoy Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, se conserva un cáliz que la tradición aragonesa identifica con el Santo Grial. Consta de una copa de calcedonia (piedra semipreciosa) de 7 cm de altura y 9,5 de diámetro, y un pie con asas añadido posteriormente. El arqueólogo Antonio Beltrán ha fechado la copa superior en torno al cambio de era (siglo I), labrada en un taller oriental de Egipto, de Siria o de la propia Palestina, por lo que pudo estar en la mesa de la Santa Cena. Los dos Papas que han visitado la ciudad de Valencia (Juan Pablo II y Benedicto XVI), han usado este cáliz en las Eucaristías multitudinarias de sus visitas. Algunos consideran por ello que la Iglesia es favorable a la autenticidad de esta reliquia, aunque jamás ha sido formulado un comentario oficial.