El bordón o bastón del peregrino


El bordón es una madera tradicionalmente de avellana o castaño que los peregrinos usan como apoyo para caminar. Actualmente, muchos peregrinos han sustituido la tradicional vara por palos de trekking parecidos a los bastones de esquiar pero los más conservadores siguen prefiriendo el bordón para darle un toque “más peregrino”.

Usos:

El bordón sirve para caminar y cuidar tus rodillas. Suele ser muy útil, en especial, para las bajadas ya que las rodillas no se cargan tanto con el peso.

Tradicionalmente, tenía la utilidad de protegerte de los peligros del camino. Aunque ahora, el camino es un lugar seguro siempre puede ser útil el bordón para ahuyentar a los perros u otros animales que te encuentres.

Otro aspecto importante del bordón es que te identifica inmediatamente como peregrino.

Ayuda mucho a marcar el ritmo del paso.

Equilibra el peso de la mochila.

Muy útil en los lugares de difícil acceso como en el barro.

Existen distintas opiniones sobre cómo deber ser un buen bordón. Muchas de ellas, debes tenerlas en cuenta ya que sino su uso en vez de ayudarte será un estorbo a la hora de caminar:

1. Un bordón no puede ser pesado. Intenta conseguir un bastón ligero, que no te pese. Cuanto menos peso cargues más cómodo caminarás y no debes olvidar que vas a llevar una mochila llena de cosas necesarias.
2. El bordón debe tener un ancho determinado, de forma que los dedos no lleguen a la palma de la mano sino perderás movilidad ya que se te quedará “dormida” y es bastante incómodo.
3. El bastón debe tener la punta adecuada para que sirva de apoyo eficiente en el camino. No puede ser un final plano sino que debe terminar en punta.
4. Este bastón de apoyo debe tener la altura adecuada. Al igual que el ancho es importante, la altura también lo es. El bordón debe medir al menos un par de palmos más que tú.